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Habr?a que procesar a los
jerarcas democristianos

Bisognerebbe processare
i gerarchi Dc
Saggi sulla politica e sulla societ?, Meridiani Mondadori, Milano 1999
(?“Il Mondo, 28 agosto 1975; poi in Lettere luterane)
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Giulio Andreotti
?Carlo Donat Cattin
?Amintore Fanfani
?Flaminio Piccoli
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Habr?a que procesar a los jerarcas democristianos?
Querido Ghirelli: creo que durante mucho tiempo quedar? impresa en mi memoria la primera p?gina de Il Giorno del 21 de julio de 1975. Era una p?gina especial incluso desde el punto de vista tipogr?fico: sim?trica y cuadrangular como el bloque de texto de un manifiesto, con una ?nica imagen en el centro tambi?n completamente regular formada por los recuadros unidos de cuatro fotograf?as de cuatro hombres de poder democristianos. Cuatro: el n?mero de Sade. En realidad parec?an las fotograf?as de cuatro ajusticiados, escogidas entre las mejores por sus familiares para ponerlas en sus l?pidas. Pero no se trataba en absoluto de un acontecimiento f?nebre, sino de un relanzamiento, de una resurrecci?n. Esas fotograf?as en el centro de la monol?tica p?gina de Il Giorno en realidad parec?an querer decirle al aturdido lector que ah? estaba la aut?ntica realidad f?sica y humana de los cuatro hombres de poder democristianos. Que la broma hab?a terminado. Que las radiantes sonrisas de quien detenta el poder ya no desfiguraban sus caras. Ni las desfiguraba ya la picaresca conciliadora. Que la pesadilla se hab?a desvanecido con la clara luz de la ma?ana. Y helos ah?, en su autenticidad. Serios, dignos, sin gui?os, sin sonrisa burlona, sin demagogia, sin la fealdad de la culpa, sin la verg?enza del servilismo, sin la ignorancia provinciana. Se hab?an vuelto a poner el chaleco, y el futuro de las personas serias les besaba en la frente.
???? Ser?a injusto, no obstante, si no a?adiera que Il Giorno no ha sido el ?nico que en este momento ha asumido el papel de tranquilizar a la naci?n y de ungir la soluci?n del cuadrumvirato (y luego la del ?respetable? Zaccagnini ) con el carisma del apaciguamiento general. Tambi?n II Corriere della Sera, por ejemplo, ha manifestado el mismo sentimiento de alivio. Y la prensa italiana en general: incluida la prensa burguesa situada en la m?s despectiva oposici?n.?
???? De eso se infiere que todo el mundo pol?tico italiano estaba y sigue estando substancialmente dispuesto a aceptar la continuidad del poder democristiano: a aceptarlo bien con ?sobrenatural? confianza disfrazada de seriedad profesional, bien con desde?osa satisfacci?n.?
???? Pero cuando se sepa, o, mejor, cuando se diga toda la verdad del poder de estos a?os tambi?n quedar? clara la demencia de los comentaristas pol?ticos italianos y de las ?lites cultas de Italia. Y, por consiguiente, su complicidad.?
???? Por lo dem?s, esa ?verdad del poder? es ya sabida, pero es sabida como es sabida la ?realidad del Pa?s?: se conoce a trav?s de una interpretaci?n que ?compartimenta los fen?menos? y por medio de la decisi?n irrevocable, en la consciencia de todos, de no relacionarlos entre s?.?
???? Dejar de practicar la ?compartimentaci?n de los fen?menos?, y devolverles as? su l?gica al formar un todo ?nico, significar?a romper -peligrosamente, es cierto- una continuidad. Pero no nos adelantemos...?
???? T?, querido Ghirelli, te has aprestado a dirigir desde hace unas semanas una revista pol?tico-cultural. Una empresa de este tipo nunca ha sido tan dif?cil como en estos a?os porque nunca ha sido tan grande la distancia entre el poder (al que en un art?culo he llamado ?el Palacio?) y el Pa?s. Se trata (dec?a) de una aut?ntica diacron?a hist?rica seg?n la cual en Palacio se reacciona a est?mulos que ya no tienen causas reales en el Pa?s. La mec?nica de las decisiones pol?ticas de Palacio est? como enloquecida: obedece a unas reglas cuya ?alma? (Moro) ha muerto.?
????? Pero, como apuntaba, hay algo m?s. Los fen?menos (enloquecidos y corruptos) de Palacio se producen en compartimentos estancos; se dir?a que cada uno de ellos est? dentro de la infranqueable ?rea de poder de uno de los miembros de la mafia olig?rquica que, venida de las profundidades del m?s ignorante provincianismo, gobierna Italia desde hace d?cadas.?
???? Cada uno de estos hombres de poder asume sus propias responsabilidades (pero hasta ahora sin responder por ellas); y gracias a esta separaci?n de las responsabilidades se salva el poder en su conjunto. De lo que es culpable Andreotti no es culpable Fanfani; de lo que ha sido culpable Gronchi no ha sido culpable Segni? y as? sucesivamente y viceversa. Hasta ahora nadie ha tenido el valor de abarcar el Conjunto en una mirada ?nica.?
???? Al mismo tiempo, fuera de Palacio, un Pa?s de cincuenta millones de habitantes est? experimentando la mutaci?n cultural m?s profunda de su historia (coincidiendo con su primera unificaci?n real): una mutaci?n que, por ahora, lo degrada y lo echa a perder. Pero tambi?n aqu? nuestras consciencias de observadores se han manchado, como dec?a, con la falta imperdonable de haber ?“separado los fen?menos?” de esa degradaci?n y empeoramiento: de no habernos atrevido nunca a abarcar el Conjunto en una sola mirada.?
???? Te pondr? dos ejemplos menores pero caracter?sticos.?
???? I) A prop?sito de la ?separaci?n de los fen?menos? de Palacio, he aqu? una an?cdota divertida. Tras la famosa noche en que fue reducido, por otra parte injustamente, a chivo expiatorio, Fanfani despotric? contra un ingrato protegido suyo, uno de esos (no recuerdo su nombre) de lo que vulgarmente se llama el ?pesebre? del poder. Ese hombre (seg?n Fanfani) se hab?a venido prosternando desde hac?a tiempo ante el poderoso secretario de la DC para obtener no s? qu? cargo ministerial; le hab?a adulado del modo m?s obsceno (?poniendo la chaqueta a mis pies?, dice literalmente Fanfan?). En resumen: Fanfani le dio a su adulador el cargo tan ardientemente deseado. Sabemos as? c?mo se asigna en Italia un cargo p?blico a nivel de gobierno. Ahora bien: si sucede todo esto, eso significa o bien que el r?gimen parlamentario no funciona (y entonces los extraparlamentarios tienen raz?n) o bien que es necesario hacerlo funcionar... Sin embargo, una vez m?s, no nos adelantemos. Incluso los observadores mejor informados, al no perder la compostura ante la imp?dica confesi?n de Fanfani (tal vez por exceso de aristocr?tico desprecio), se han convertido a su vez en c?mplices suyos; y lo que es peor: han seguido sin querer tomar en consideraci?n esta generosa donaci?n de cargos p?blicos como una de las tantas piezas que forman un mosaico. No han querido ver el mosaico.?
???? II) A prop?sito de la ?separaci?n de los fen?menos? del Pa?s, me viene a la memoria, entre muchas, una noticia que apareci? hace alg?n tiempo en los diarios a prop?sito de un congreso sobre la delincuencia de menores en Italia. Los datos sobre delincuencia juvenil que resum?a el informe period?stico eran terror?ficos: como para revolucionar por completo la idea que en Italia se tiene del ?menor?. Tambi?n en este caso ocurri? lo mismo: en nuestra consciencia la ?delincuencia juvenil? no es m?s que una de las piezas (o m?s bien la f?rmula de una de las piezas) que componen el mosaico de la realidad italiana. Que no se puede mirar en su conjunto sin quedarse de piedra.?
???? Por consiguiente, en lo que respecta a un observador o a un lugar de observaci?n como es una revista (por ejemplo la que t? diriges): a) lo que ocurre en Palacio y lo que ocurre en el Pa?s son dos realidades separadas, cuyas coincidencias son s?lo mec?nicas o formales, ya que cada realidad va por su lado; b) en estas dos realidades distintas la misma diacron?a que las separa se repite en los fen?menos que tienen lugar en su interior.?
???? La causa principal de esa separaci?n entre el Palacio y el Pa?s, y de la consiguiente compartimentaci?n de los fen?menos en el interior de Palacio y en el interior del Pa?s, consiste en la radical mutaci?n del ?modo de producci?n? (cantidades enormes, transnacionalidad, funci?n hedonista); el nuevo poder real que ha nacido de ah? se ha deshecho de los hombres que hasta ese momento hab?an servido al viejo poder clerical-fascista, convirti?ndolos en solitarios bufones de Palacio, y se ha precipitado sobre el Pa?s para consumar ?por anticipado? sus genocidios.?
?Me dir?s: ?Esta carta tuya me parece un poco torpe y repetitiva. Quandoquidem et Cato dormitat?? Y tienes raz?n, pero con esto termino la primera parte, laboriosa, de la presente carta. Y paso a la conclusi?n, que pese a ser perfectamente l?gica resulta tambi?n perturbadora.?
???? En el mecanismo que te he descrito (Palacio, Pa?s, Nuevo Poder), tambi?n intervienen otras fuerzas, el PSI y el PCI, que estar?an al margen de esa mec?nica. Y tendr?an que estarlo precisamente porque su interpretaci?n de la realidad deber?a ser cultural y no pragm?tica: al politizarlo todo se deber?a ver el conjunto; y por tanto el principio, el lugar por donde se podr?a, justamente, volver a empezar.?
???? ?Por qu?, pues, tanto el PSI como el PCI aplazan cualquier forma de interpretaci?n, por t?mida que sea, del Conjunto, adapt?ndose tambi?n ellos a la primera regla a que se atienen todos los observadores pol?ticos italianos, de cualquier clase y partido, esto es, la regla de intervenir s?lo de fen?meno en fen?meno??
??? Las hip?tesis son dos:?
???? I) El PSI y el PCI ya no tienen una interpretaci?n cultural de la realidad, y se han identificado ya, en la pr?ctica y con sentido com?n, con la DC: han aceptado el Desarrollo, con todo lo que (en mi opini?n falsamente) conlleva de democr?tico, de tolerante y de progresista. En esta hip?tesis ciertamente tienen sentido las enloquecidas presiones, que vienen ya de todas partes, para que la DC ?“aprenda?” algo del PCI, en particular de su relaci?n real con las masas. Y, efectivamente, en ese caso el PCI tendr?a algo que ense?arle a la DC; algo indiscutiblemente fundamental: la honradez.?
???? II) El PSI y el PCI, por el contrario, conservan todav?a su visi?n ya cl?sica de interpretaci?n ?alternativa? de la realidad, pero no la usan. Y no la usan porque si lo hicieran tendr?an que recurrir, l?gicamente, a soluciones extremas.?
??? ?Cu?les ser?an esas soluciones extremas? ?Acaso las de los extremistas??
?En absoluto; eso no tendr?a nada que ver con el m?todo, muy consolidado a estas alturas, del PSI y especialmente del PCI: esas soluciones extremas se mantendr?an dentro del marco de la Constituci?n y del parlamentarismo; consistir?an incluso -siguiendo si acaso un estilo de car?cter radical- en la exaltaci?n de la Constituci?n y del sistema parlamentario.?
???? En conclusi?n: lo primero que deber?an hacer el PSI y el PCI (si esta hip?tesis es correcta) es llevar ante un tribunal a los democristianos que han gobernado Italia durante estos treinta a?os (especialmente durante los diez ?ltimos). Me refiero en concreto a un proceso penal, ante un tribunal. Andreotti, Fanfani, Rumor? y al menos una docena m?s de hombres de poder democristianos (quiz? incluyendo por correcci?n a alg?n presidente de la Rep?blica) deber?an ser llevados, como Nixon, al banquillo de los acusados. O mejor no, no como Nixon, por guardar las debidas proporciones: como Papadopulos. Visto, entre otras cosas, que Ford ha salvado a Nixon del verdadero proceso. Al banquillo de los acusados como Papadopulos. Y acusados all? de una cantidad inmensa de cr?menes, que yo enuncio s?lo en t?rminos morales (confiando en la posibibil?dad de que tarde o temprano se re?na un ?tribunal Russell? por fin comprometido, y no conformista y triunfalista como de costumbre): deshonestidad; desprecio por los ciudadanos; defraudaci?n de fondos p?blicos; cohecho con las gentes del petr?leo, con los industriales, con los banqueros; connivencia con la mafia; alta traici?n en favor de una potencia extranjera; colaboraci?n con la CIA; uso ilegal de entes como el SID? responsabilidad por los atentados de Mil?n, Brescia y Bolonia? (al menos por su culpable incapacidad para castigar a los ejecutores); destrucci?n paisaj?stica y urban?stica de Italia; responsabilidad por la degradaci?n antrop?l?gica de los italianos (responsabilidad, ?sta, agravada por su total inconsciencia); responsabilidad por la situaci?n espantosa, como suele decirse, de las escuelas, de los hospitales y de toda obra p?blica b?sica; responsabilidad por el abandono ?salvaje? del campo; responsabilidad por la explosi?n ?salvaje? de la cultura de masas y de los massmedia; responsabilidad por la estupidez delictiva de la televisi?n; responsabilidad por la decadencia de la Iglesia; y, por ?ltimo, adem?s de todo lo anterior, quiz?, reparto borb?nico de cargos p?blicos a aduladores.?
???? Sin un proceso penal as? es in?til esperar que haya algo que hacer por nuestro Pa?s. Est? claro adem?s que la respetabilidad de algunos democristianos (Moro, Zaccagnini) o la moralidad de los comunistas no sirven para nada.?

?Il Mondo?, 28 de agosto de 1975? .


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?Mariano Rumor
?Mario Scelba
?Giovanni Gronchi
?Giovanni Leone
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Bisognerebbe processare i gerarchi Dc
Caro Ghirelli, credo che mi rester? a lungo impressa nella memoria la prima pagina del ?Giorno? del 21 luglio 1975. Era una pagina anche tipograficamente particolare: simmetrica e squadrata come il blocco di scrittura di un manifesto, e, al centro, un?’unica immagine anch?’essa perfettamente regolare, formata dai riquadri uniti di quattro fotografie di quattro potenti democristiani. Quattro: il numero di De Sade. Parevano infatti le fotografie? di quattro giustiziati, scelte dai familiari tra le loro migliori, per essere messe sulla lapide. Ma, al contrario, non si trattava di un avvenimento funebre, bens? di un rilancio, di una resurrezione. Quelle fotografie al centro della monolitica pagina del ?Giorno? parevano infatti voler dire allo sbalordito lettore, che quella l? era la vera realt? fisica e umana dei quattro potenti democristiani. Che gli scherzi erano finiti. Che le raggianti risate di chi detiene il potere non sfiguravano pi? le loro facce. N? le sfigurava pi? l?’ammiccante furbizia. Il brutto sogno si era dissolto nella chiara luce del mattino. Ed eccoli l?, veri. Seri, dignitosi, senza smorfie, senza ghigno, senza demagogia, senza la bruttura della colpevolezza, senza la vergogna della servilit?, senza l?’ignoranza provinciale. Si erano rinfilati il doppiopetto e li baciava in fronte il futuro delle persone serie.?
???? Sarei per? ingiusto se non aggiungessi che il ?Giorno? non ? stato il solo ad assumersi il ruolo di rassicurare, in quel momento, la nazione, e di dare il crisma della pacificazione generale alla soluzione del quadrumvirato (e poi a quella del ?rispettabile? Zaccagnini). Anche il ?“Corriere della Sera?” ha manifestato, per esempio, lo stesso sentimento di sollievo. E del resto tutta la stampa italiana: anche quella borghese pi? sprezzantemente all?’opposizione.?
???? Ci? che se ne desume ? questo: tutto il mondo politico italiano era, ed ?, pronto ad accettare sostanzialmente la continuit? del potere democristiano, o con fiducia ?miracolistica?, mascherata da seriet? professionale, o con gratificante disprezzo.?
???? Ora, quando si sapr?, o, meglio, si dir?, tutta intera la verit? del potere di questi anni, sar? chiara anche la follia dei commentatori politici italiani e delle ?lites colte italiane. E quindi la loro omert?.?
???? Del resto tale ?verit? del potere? ? gi? nota, ma ? nota come ? nota la ?realt? del Paese?: ? nota cio? attraverso un?’interpretazione che ?divide i fenomeni?, e attraverso la decisione irrevocabile, nelle coscienze di tutti, di non concatenarli.?
???? Non praticare pi? la ?divisione dei fenomeni?, rendendoli, cos?, logici in un tutto unico, significherebbe rompere - e certo pericolosamente - una continuit?. Ma non anticipiamo...?
???? Tu, caro Ghirelli, ti sei accinto da qualche settimana all?’impresa di dirigere una rivista politico-culturale. Mai una simile impresa ? stata pi? difficile che in questi anni, perch? mai la distanza tra il potere (quello che in un articolo di variet? ho chiamato il ?Palazzo?) e il Paese ? stata pi? grande. Si tratta (dicevo) di una vera e propria diacronia storica: per cui nel Palazzo si reagisce a stimoli ai quali non corrispondono pi? cause reali nel Paese. La meccanica delle decisioni politiche del Palazzo ? come impazzita: essa obbedisce a regole la cui ?anima? (Moro) ? morta.?
???? Ma c?’? di pi?, come accennavo. I fenomeni (impazziti e marcescenti) del Palazzo avvengono in comparti stagni, ognuno, si direbbe, dentro l?’invalicabile area di potere di uno degli appartenenti alla mafia oligarchica, che, provenuta dal fondo della provincia pi? ignorante, governa da qualche decennio l?’Italia.?
???? Ognuno di tali potenti si assume le sue responsabilit? (mai per?, finora, pagate): e grazie a questa separazione delle responsabilit?, salva l?’insieme del potere. Ci? di cui ? colpevole Andreotti non ? colpevole Fanfani, ci? di cui ? stato colpevole Gronchi non ? stato colpevole Segni, e cos? via e viceversa. Nessuno ha mai avuto il coraggio di abbracciare con un solo sguardo l?’Insieme.?
???? Nel tempo stesso, fuori dal Palazzo, un Paese di cinquanta milioni di abitanti sta subendo la pi? profonda mutazione culturale della sua storia (coincidendo con la sua prima vera unificazione): mutazione che, per ora, lo degrada e lo deturpa. Ma anche qui le nostre coscienze di osservatori si sono macchiate dell?’imperdonabile colpa di avere, come dicevo, ?separato i fenomeni? di tale degradazione e deterioramento: di non averne mai osato abbracciare con un solo sguardo l?’Insieme.?
???? Ti faccio du esempi minimi ma tipici.?
???? I) A proposito della ?separazione dei fenomeni? di Palazzo, ecco un divertente aneddoto. Dopo la famosa notte in cui ? stato, peraltro ingiustamente, ridotto a capro espiatorio, Fanfani si ? sfogato contro un suo protetto ingrato, uno (non ricordo come si chiami) di quella che, del resto volgarmente, si definisce ?greppia? del potere. Costui (? Fanfani a parlare) si era a lungo prosternato davanti al potente segretario della Dc per ottenere non so che carica ministeriale: l?’aveva adulato nel modo pi? osceno (?gettando la sua giacca sotto i miei piedi? dice esattamente Fanfani). In conclusione, Fanfani ha concesso quella carica, tanto ardentemente desiderata, al suo adulatore. Sappiamo, cos?, come in Italia viene concessa una carica pubblica a livello di governo. Ora, se tutto ci? accade, vuol dire o che un regime parlamentare non funziona (e allora hanno ragione gli extraparlamentari), oppure che bisogna farlo funzionare... Ma, ancora, non anticipiamo. Anche gli osservatori pi? informati, non scomponendosi (sia pure per eccesso di aristocratico disprezzo) di fronte a questa impudente confessione di Fanfani, si sono resi, intanto, suoi complici: ma, quel che ? peggio, hanno appunto continuato a non voler considerare questa elargizione di cariche pubbliche come una delle tante tessere che formano un mosaico: non hanno voluto vedere il mosaico.?
???? II) A proposito della ?separazione dei fenomeni? del Paese, mi viene in mente, fra le tante, la notizia apparsa qualche tempo fa sui giornali a proposito di un convegno sulla criminalit? minorile in Italia. I dati che in quella notizia giornalistica si riassumevano, in merito alla criminalit? minorile, erano terrificanti: tali da rivoluzionare del tutto l?’idea che si ha del ?minore? in Italia. Ma anche qui: la ?criminalit? minorile? non ? nella nostra coscienza che una delle tessere (anzi, la formula di una delle tessere) che compongono il mosaico della realt? italiana. Che non si pu? guardare nel suo insieme se non a costo di restare impietriti.?
???? Dunque, per quanto riguarda un osservatore, o un luogo di osservazione com?’? una rivista (per esempio quella che tu dirigi): a) ci? che succede nel Palazzo e ci? che succede nel Paese sono due realt? separate, le cui coincidenze sono solo meccaniche o formali: ognuna in effetti va per conto suo; b) in queste due diverse realt?, la stessa diacronia che le separa si ripete nei fenomeni che avvengono nel loro interno.?
???? La causa prima di tale separazione tra il Palazzo e il Paese, e della conseguente separazione dei fenomeni all?’interno del Palazzo e del Paese, consiste nella radicale mutazione del ?modo di produzione? (enorme quantit?, transnazionalit?, funzione edonistica): il nuovo potere reale che ne ? nato ha scavalcato gli uomini che fino a quel momento avevano servito il vecchio potere clerico-fascista, lasciandoli soli a fare i buffoni nel Palazzo, e si ? gettato nel Paese a compiere ?anticipatamente? i suoi genocidi.?
???? Tu mi dirai: ?Questa tua lettera mi sembra un pochino goffa e ripetitiva. Quandoquidem et Cato dormitat??. Si, ? vero, ma qui ? finita la prima parte, diligente, della presente mia lettera. E vengo alla conclusione che, essendo perfettamente logica, ? anche sconvolgente.?
???? Nel meccanismo (Palazzo, Paese, Nuovo Potere) che ti ho descritto, intervengono anche altre forze: il Psi, il Pci, che da tale meccanica sarebbero libere. E sarebbero libere precisamente perch? la loro interpretazione della realt? dovrebbe essere culturale e non pragmatica: politicizzando il tutto, se ne dovrebbe vedere l?’insieme: e quindi il principio: per cui si potrebbe, appunto, ricomincare.?
???? Perch? allora sia il Psi che il Pci sospendono ogni forma, sia pur timida, di interpretazione dell?’Insieme, adeguandosi anch?’essi alla regola prima cui si attengono tutti gli osservatori politici italiani, di ogni classe e partito, la regola cio? di intervenire solo fenomeno per fenomeno??
???? Le ipotesi sono due:?
???? I) Il Psi e il Pci non possiedono pi? una interpretazione culturale della realt?, essendosi ormai identificati, nel pragma e nel buon senso, con la Dc: accettazione dello Sviluppo, con quanto di democratico, tollerante, progressista esso (falsamente, io sostengo) comporta. In tale ipotesi valgono certamente le pazzesche sollecitazioni, che si levano ormai da ogni parte, alla Dc di ?imparare? qualcosa dal Pci, specie nel suo rapporto reale con le masse. Ed effettivamente in tal caso il Pci avrebbe qualcosa da insegnare alla Dc, qualcosa di indubbiamente fondamentale: l?’onest?.
???? II) Il Psi e il Pci possiedono invece, ancora, la loro visione ormai classica di interpretazione ?altra? della realt?, ma non ne fanno uso. E non ne fanno uso perch?, se ne facessero uso, essi dovrebbero ricorrere, logicamente, a soluzioni estreme.?
???? E quali sarebbero queste soluzioni estreme? Forse quelle degli estremisti??
???? Non proprio: ci? non rientrerebbe nel metodo, ormai ben stabilizzato, del Psi e specialmente del Pci: tali soluzioni estreme si manterrebbero nell?’ambito della Costituzione e del parlamentarismo: anzi, sarebbero - secondo uno stile semmai di carattere radicale - l?’esaltazione della Costituzione e del parlamentarismo.?
???? In conclusione, il Psi e il Pci dovrebbero per prima cosa (se vale questa ipotesi) giungere ad un processo degli esponenti democristiani che hanno governato in questi trent?’anni (specialmente gli ultimi dieci) l?‘Italia. Parlo proprio di un processo penale, dentro un tribunale. Andreotti, Fanfani, Rumor, e almeno una dozzina di altri potenti democristiani (compreso forse per correttezza qualche presidente della Repubblica) dovrebbero essere trascinati, come Nixon, sul banco degli imputati. Anzi, no, non come Nixon, restiamo alle giuste proporzioni: come Papadopulos. Visto fra l?’altro che Nixon ? stato salvato da Ford dal processo vero e proprio. Nel banco degli imputati come Papadopulos. E quivi accusati di una quantit? sterminata di reati, che io enuncio solo moralmente (sperando nell?’eventualit? che, almeno, venga prima o poi celebrato un ?processo Russell? finalmente impegnato e non conformistico e trionfalistico com?’? di solito): indegnit?, disprezzo per i cittadini, manipolazione del denaro pubblico, intrallazzo con i petrolieri, con gli industriali, con i banchieri, connivenza con la mafia, alto tradimento in favore di una nazione straniera, collaborazione con la Cia, uso illecito di enti come il Sid, responsabilit? nelle stragi di Milano, Brescia e Bologna (almeno in quanto colpevole incapacit? di punirne gli esecutori), distruzione paesaggistica e urbanistica dell?’Italia, responsabilit? della degradazione antropologica degli italiani (responsabilit?, questa, aggravata dalla sua totale inconsapevolezza), responsabilit? della condizione, come suol dirsi, paurosa, delle scuole, degli ospedali e di ogni opera pubblica primaria, responsabilit? dell?’abbandono ?selvaggio? delle campagne, responsabilit? dell?‘esplosione ?selvaggia? della cultura di massa e dei mass media, responsabilit? della stupidit? delittuosa della televisione, responsabilit? del decadimento della Chiesa, e infine, oltre a tutto il resto, magari, distribuzione borbonica di cariche pubbliche ad adulatori.?
???? Senza un simile processo penale, ? inutile sperare che ci sia qualcosa da fare per il nostro Paese. ? chiaro infatti che la rispettabilit? di alcuni democristiani (Moro, Zaccagnini) o la moralit? dei comunisti non servono a nulla.?

?Il Mondo?, 28 agosto 1975?

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Pier Paolo Pasolini. Palabra de corsario - Madrid 2005

Madrid 2005: Exposici?n - Ensayos: Indice - Pagine corsare: Sumario