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Contributi dei visitatori Silencio congelado con viento metaf?sico:
![]() Ostia, Via del Idroscalo, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Deseaba, desde mi llegada a Roma a finales de junio, visitar el Idroscalo y rendir homenaje a Pier Paolo Pasolini. Llevaba tres semanas en la Ciudad Eterna y era consciente que s?lo podr?a realizar la visita en fin de semana, sin los agobios del ir y venir para cumplir con mis compromisos.? Eleg? el s?bado 15 de julio. Mientras iba hacia la estaci?n pensaba en c?mo hab?a cambiado mi relaci?n con el espacio capitolino. Siete a?os antes, cuando era un estudiante de veinte a?os, paseaba y buscaba la ruina, como si lo contempor?neo no existiera. Era un sabio ignorante. Conoc?a muchas cosas pero no daba valor a los nombres de las calles, peque?as piezas de un puzzle lleno de vivencias trascendentales en el marasmo de la cotidianidad.? El cine y la literatura alteraron el orden. En 1999 buscaba foros imperiales. En 2006 caminaba y prefer?a toparme, as? sin esperarlo, con la V?a di Panico o ir al Pigneto, algo impensable tiempo atr?s. Mi yo cambiado por el inter?s hacia otras obras humanas. Los poetas de la modernidad hab?an desbancado al m?rmol de poder antiguo.? ![]() Tren hacia Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Y ese viaje a Ostia tambi?n era consecuencia de la metamorfosis. Cog?? el tren y not? la extra?a sensaci?n de tiempo inm?vil. El vag?n, donde era imposible sentarse ante la aglomeraci?n de voluntad playera, segu?a siendo un vestido arcaico de transporte, record?ndome Una domenica d?agosto de Luciano Emmer. Sillas de madera, ?nfimo espacio y personas exaltadas ante la cercan?a del mar. Los adolescentes chillaban y yo, impaciente, s?lo quer?a bajarme para investigar, pues pese a las pesquisas realizadas en internet no ten?a ni idea de c?mo llegar al Idroscalo. La red hablaba de un autob?s directo, pero ello me parec?a demasiado pr?ctico, demasiado f?cil ante la importancia del lugar.? ![]() Idroscalo de Ostia, Tor San Michele, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Cuando me baj? en Ostia Centro fui a la estaci?n de autobuses. Sub? a uno que llevaba a la V?a del Idroscalo y esper? paciente a que la m?quina me transportara. Baj? dos paradas antes, sent? el bullicio de los veraneantes y de repente encontr? el silencio en medio de bloques de pisos rodeados de campos yermos con hierba quemada y una carretera en l?nea recta, infinita.? ![]() ![]() Idroscalo de Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Me encontraba cerca de mi objetivo. Quedaban unos quinientos metros que se hicieron eternos. Las rejas y la hierba, el desierto urbano y unos pocos coches que romp?an la quietud eran mi ?nica compa??a. Todo era cada vez m?s pasoliniano. Miraba a izquierda y derecha y fotografiaba esperando el momento de llegar al Idroscalo.? Me mov?a a ciegas. Treinta a?os despu?s de la muerte del poeta no hay carteles que indiquen donde se encuentra el lugar donde alguien puso punto y final a su existencia. El horizonte no indicaba nada. El mar, punto in?til de referencia, no aparec?a. Ve?a una lejana torre, zapatos esparcidos, calcetines en las rejas, botellas rotas y se me agolpaban recuerdos no vividos, memoria f?lmica.? Puede parecer que exagere, pero durante aquellos instantes en mi mente son? Bach, apareci? Franco Citti en Accattone y Ostia e intent? imaginar al Alfa Romeo recorriendo ese asfalto de preludio homicida. Cerca de una curva, la ?nica en esa locura, atisb? una abertura en la reja y le?, al lado de un p?trido palo, Parco dedicato alla memoria di Pier Paolo Pasolini. Hab?a llegado y lo que contemplaba se parec?a s?lo parcialmente al falso recuerdo de v?deos, lecturas, voces y pensamientos sobre lo acaecido aquella lejana noche del dos de noviembre de 1975. ![]() Idroscalo de Ostia, Monumento a Pier Paolo Pasolini, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Me imaginaba el espacio m?s amplio, sin l?mites. Tampoco esperaba encontrar ninguna maravilla por arte y gracia del municipio. Es bien sabido que el homenaje a los poetas en este tiempo de videoclip es algo testimonial, se hace por conveniencia, no por sentimiento, como si edificar lugares para el recuerdo cultural fuera una operaci?n de falso prestigio destinado a acallar voces de la verdadera nostalgia, cuando hablar era importante y pod?a tener consecuencias importantes que evitaran la actual homologaci?n. El Idroscalo y el principio del silencio, viaje hacia la igualdad interesada de control a partir de una muerte, y aqu? el adjetivo no es ornamento, tr?gica para todos y cada uno de nosotros. ![]() ![]() Idroscalo de Ostia, Entrada y detalle del monumento a Pasolini, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Mis primeros y estupefactos pasos se dirigieron al triste monumento. Pese a las fotograf?as sigo sin saber que representa la estatua. El camino previo, que antes era pasto de ovejas y campo de f?tbol para los j?venes de la zona, parece un modesto Ara Pacis de la modernidad, con versos del poeta de Casarsa y placas, ocultas entre hierbajos, con todos los t?tulos de sus obras. Algunos bancos parecen querer cumplir la funci?n, al menos as? reza el cartel del ingreso, de parque. ?Un parque? Los nombres son importantes. Pasolini muri? en el Idroscalo, no en un parque, lugar que suele inspirar tranquilidad, juego y reposo, no muerte. Para recordar el pasado conviene hablar alto y claro. ?No ser?a mejor denominar el lugar Idroscalo di Ostia, dedicato alla memoria di Pier Paolo Pasolini? ![]() ![]() La remodelaci?n que el lugar ha sufrido muestra un inter?s, reclamado por personas y entidades, por conferir un m?nimo de dignidad a un puesto clave de la memoria hist?rica reciente, no s?lo italiana, sino mundial. Paseando por el centro hist?rico de Roma me he encontrado en m?s de una ocasi?n en Via Caetani, y debo decir que me parece m?s digna la placa en homenaje a Aldo Moro que toda la nueva estructura del Idroscalo. La idea de parque, y los versos del poeta en piedras, como si sigui?ramos un camino a lo Mago de Oz, tiene un punto demasiado posmoderno, casi, perm?tanme ser redundante, de parque tem?tico de rebajas, y no lo pienso por visitar el lugar en pleno mes de julio. ?La soluci?n? No soy yo, como tampoco ustedes, quien tiene que proponerla. Hemos dado un paso adelante adecentando el lugar, cierto, pero el camino para lograr una imposible perfecci?n a?n es largo. Se han de eliminar muchas leyendas, muchas mentiras, muchos t?picos para que el poeta, algo similar ocurre en Espa?a con el lugar en que fue asesinado Federico Garc?a Lorca, tenga una verdadera y digna dimensi?n en sentido hist?rico, para el recuerdo, para que su obra sirva y su muerte no sea una excusa m?s para montar burdos programas televisivos y homenajes de veinticuatro horas. ![]() Idroscalo de Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Sin embargo, el sitio tiene algo que supera lo institucional. Lo tiene porque el que escribe al pisar esa tierra se conmovi?, pens? y necesit? sentarse para meditar, para sentir que s?, en ese sitio se hab?a ido un alma fundamental asesinada con violencia, ?nica forma de matar la sinceridad del que no oculta la necesidad de clamar por un mundo sin m?scaras. Me sent?, fum? un cigarrillo, observ? el entorno y not?, pese a ser escritor reconozco que es muy dif?cil explicarlo, una extra?a sensaci?n. Cuando falleci? Pasolini no hab?a nacido. Hace cuatro a?os apenas sab?a quien era. Ahora ?l me da cosas cada d?a, aprendo, comparto y analizo, y quiz? por eso estar ah?, cerca de su ?ltimo suspiro, me hac?a sentir un aire tenso que el silencio acrecentaba. Pensaba y permanec?a con la mente en blanco como consecuencia de la intensidad de lo vivido, ?qu? era?, en ese reducido rinc?n del planeta. ![]() Idroscalo de Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Permanec? m?s de media hora en el Idroscalo, s?lo. Algunos conductores me miraban sentado en el banco sin entender qu? demonios hac?a. ?Problemas de se?alizaci?n? Me decanto por una ignorancia consentida por los que pueden imponer conocimientos ?tiles. Ya en Roma habl? de mi experiencia con una persona que ama la obra y la persona de Pier Paolo Pasolini y me not? m?s relajado.? ![]() Idroscalo de Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Pasados los d?as creo que el mejor homenaje que puedo rendir al recuerdo del poeta son las im?genes que ilustran este texto, m?s que nada porque con ellas todos y cada uno de nosotros podremos reflexionar e intentar recordar al poeta con la que fue su ?ltimo caudal expresivo. Im?genes que incitan al pensamiento, mutismo fotogr?fico, que, quiz?, hable sin que le pidamos palabras.
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Escritor y fotografo? Texto y fotograf?as ? Jordi Corominas i Juli?n - Todos los derechos reservados Silenzio congelato con vento metafisico:
![]() Ostia, Via dell'Idroscalo, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Dal mio arrivo a Roma alla fine di giugno, desideravo visitare l'Idroscalo e rendere omaggio a Pier Paolo Pasolini. Ero da tre settimane nella Citt? Eterna, cosciente che avrei potuto realizzare la visita soltanto un fine settimana, quando non avrei avuto l'obbligo di continui spostamenti per far fronte ai miei impegni. Scelsi sabato 15 luglio. Mentre andavo alla stazione pensavo a come fosse cambiata la mia relazione con lo spazio capitolino. Sette anni prima, quando ero uno studente di vent'anni, passeggiavo in cerca di rovine antiche, come se tutto ci? che era contemporaneo non esistesse. Ero un saggio ignorante. Conoscevo molte cose ma non davo valore ai nomi delle strade, piccoli tasselli di un puzzle pieno di vissuti trascendentali nel marasma della quotidianit?.? Il cinema e la letteratura hanno alterato quest'ordine. Nel 1999 cercavo i fori imperiali. Nel 2006 camminavo e preferivo imbattermi, senza che me l'aspettassi, con Via di Panico o andare al Pigneto, cosa impensabile tempo addietro. In me era cambiato l'interesse nei confronti delle opere umane. I poeti moderni avevano scalzato il marmo del potere antico.? ![]() Treno per Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 E anche quel viaggio a Ostia era conseguenza della metamorfosi. Presi il treno ed ebbi una strana sensazione, come se il tempo si fosse arrestato. Il vagone, nel quale era impossibile sedersi per la quantit? di tipi da spiaggia che conteneva, continuava a essere un mezzo arcaico di trasporto, mi ricordava Una domenica d'agosto di Luciano Emmer. Sedili di legno, spazio infimo e persone esaltate dalla vicinanza del mare. Gli adolescenti rumoreggiavano e io, impaziente, voleva soltanto tener d'occhio il percorso, perch? a dispetto delle ricerche fatte in internet non avevo alcuna idea di come arrivare all'Idroscalo. Sul web si parlava di un autobus diretto, ma ci? mi appariva troppo empirico, troppo facile davanti all'importanza del posto.? ![]() Idroscalo di Ostia, Tor San Michele, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Quando scesi a Ostia Centro andai alla stazione degli autobus. Salii su uno che portava a Via dell'Idroscalo e sperai pazientemente che quel bus mi ci facesse arrivare. Scesi dopo due fermate, sentii il chiasso dei villeggianti, poi improvvisamente sopraggiunse il silenzio, in una pianura con campi deserti ed erba bruciata e una strada dritta, infinita. ![]() ![]() Idroscalo di Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Mi trovavo vicino al mio obiettivo. Mancavano circa cinquecento metri che diventarono eterni. La mia unica compagnia erano reticolati, erba, deserto urbano e poche automobili che rompevano la quiete. Tutto era sempre pi? pasoliniano. Guardava a sinistra e a destra e fotografavo aspettando il momento in cui sarei arrivato all'Idroscalo.? Mi muovevo alla cieca. Trent'anni dopo la morte del poeta non vi sono cartelli che segnalino dove si trovi il posto in cui qualcuno mise fine all'esistenza del poeta. L'orizzonte non dava alcuna indicazione. Il mare, punto inutile di riferimento, non appariva. Vedevo una torre lontana, scarpe sparse, calzini appesi alla recinzione, bottiglie rotte, si affollavano ricordi chimerici, memoria filmica. Pu? sembrare che esageri, ma durante quegli istanti nella mia mente sentii Bach, mi apparve Franco Citti in Accattone e Ostia e cercai di immaginare l'Alfa Romeo che percorreva quell'asfalto, preludio omicida. Vicino a una curva, l'unica in quella follia, osservai un'apertura nella recinzione e lessi, di fianco a un palo putrido, Parco dedicato alla memoria di Pier Paolo Pasolini. Ero arrivato: quello che contemplavo assomigliava solo in parte al ricordo simulato di videocassette, letture, voci e pensieri su quanto accaduto nella lontana notte del due novembre 1975. ![]() Idroscalo di Ostia, Monumento a Pier Paolo Pasolini, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Immaginavo uno spazio pi? ampio, senza limiti. Non speravo neppure di trovare meraviglie di elementi artistici o di ossequi municipali. ? ben noto che l'omaggio ai poeti in questi tempi di videoclip ? una testimonianza, si fa per convenienza, non per sentimento, come se istituire luoghi per il ricordo culturale fosse un'operazione di falso prestigio destinato a zittire le voci di una nostalgia concreta, quando parlare era essenziale e poteva avere conseguenze importanti che avrebbero potuto evitare l'attuale omologazione. L'Idroscalo e il principio del silenzio, viaggio verso l'uguaglianza interessata dal controllo a partire da una morte tragica - e qui l'aggettivo non ? decorativo - per tutti e per ciascuno di noi.? ![]() ![]() Idroscalo di Ostia, Entrata e particolare del monumento a Pasolini, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 I miei primi passi stupiti mi diressero al triste monumento. A dispetto delle fotografie procedo senza sapere che cosa rappresenti la statua. La strada antecedente che prima era pascolo di pecore e campo di calcio per i giovani della zona, sembra una modesta Ara Pacis della modernit?, con versi del poeta di Casarsa e targhe, nascoste tra erbacce, con i titoli delle sue opere. Alcune panchine sembrano voler compiere la funzione, almeno cos? recita il cartello all'entrata, di parco. Un parco? I nomi sono importanti. Pasolini mor? in un pratone dell'Idroscalo, non in un parco, luogo che normalmente ispira tranquillit?, gioco e riposo, non morte. Per ricordare il passato conviene parlare alto e chiaro. Non sarebbe stato meglio indicare il posto come Idroscalo di Ostia, dedicato alla memoria di Pier Paolo Pasolini?? ![]() ![]() Idroscalo di Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 La ristrutturazione operata dimostra l'interesse, preteso da persone e da enti, di conferire un minimo di dignit? a un posto chiave della memoria storica recente, non solo italiana, bens? mondiale. Passeggiando per il centro storico di Roma mi sono trovato in pi? di un'occasione in Via Caetani, e devo dire che mi sembra pi? degna la targa in omaggio ad Aldo Moro che tutta la nuova struttura dell'Idroscalo. L'idea di parco, e i versi del poeta incisi sulle pietre, come se seguissimo un percorso tracciato dal Mago di Oz, ha un aspetto troppo postmoderno, quasi, permettetemi di essere eccessivo, di parco tematico minimalista, e non lo penso per avere visitato il luogo in pieno mese di luglio.? La soluzione? Non sono io, e neppure voi a doverla proporre. Si ? fatto un passo avanti rassettando il posto, certo, ma la strada per raggiungere un'impossibile perfezione ? ancora lunga. Devono essere eliminate molte leggende, molte bugie, molti luoghi comuni affinch? il poeta (qualcosa di simile succede in Spagna con il luogo in cui fu assassinato Federico Garc?a Lorca) abbia una vera e degna dimensione in senso storico per il ricordo, affinch? la sua opera serva e la sua morte non sia una scusa in pi? per montare grossolani programmi televisivi e omaggi che si contengano nell'arco delle ventiquattr'ore.? ![]() Idroscalo di Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Tuttavia, il posto ha qualcosa che supera l'aspetto istituzionale. Ce l'ha perch? chi scrive si ? commosso calpestando quella terra, ha pensato, si ? dovuto sedere per meditare, per sentire che in quel luogo se n'era andata via un'anima fondamentale assassinata con violenza, unico modo con il quale sopprimere una voce sincera, il che non pu? nascondere l'imprescindibilit? di rivendicare un mondo senza ipocrisie.? Mi sedetti, fumai una sigaretta, osservai l'ambiente e provai - a dispetto di essere scrittore riconosco che ? molto difficile spiegarlo - una strana sensazione. Quando mor? Pasolini non ero ancora nato. Ho saputo chi fosse soltanto quattro anni fa. Ora egli mi d? qualcosa ogni giorno, imparo, condivido e analizzo, e chiss? per quale motivo stare l?, vicino al suo ultimo respiro, mi faceva provare una tensione accresciuta dal silenzio. Pensavo e rimanevo con la mente totalmente svuotata a causa dell'intensit? di ci? che stavo vivendo - che cos'era? - in quel ristretto angolo del pianeta. ![]() Idroscalo di Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Rimasi pi? di mezz'ora all'Idroscalo, solo. Alcuni autisti di passaggio mi guardavano seduto sulla panchina senza capire che diavolo facessi. Problemi di segnaletica? Mi elogio per un'ignoranza viziata alla quale si possono imporre conoscenze utili.? Tornato a Roma parlai della mia esperienza con una persona che ama l'opera e la persona di Pier Paolo Pasolini e notai che ero pi? rilassato.? ![]() Idroscalo di Ostia, Jordi Corominas i Juli?n ? 2006 Dopo alcuni giorni credo che il migliore omaggio che possa rendere al ricordo del poeta siano le foto che illustrano questo testo, meglio di niente, poich? con tali immagini tutti e ciascuno di noi possiamo riflettere e cercare di ricordare il poeta e ci? che ? stata la sua ultima ricchezza espressiva. Immagini che stimolino il pensiero, mutismo fotografico che, chiss?, comunichi senza che gli si chiedano parole.
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Scrittore e fotografo? [trad.it. A.M.]? Testo e fotografie ? Jordi Corominas i Juli?n - Tutti i diritti riservati Il brano che stai ascoltando ? l'Allemanda dalla Partita n. 6 di Johann Sebastian Bach |
de Jordi Corominas i Juli?n |
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