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7 de enero de 1973.
El ?tema? de las melenas *

7 gennaio 1973.
Il ?discorso? dei capelli *
Scritti corsari, Garzanti, Milano 1975
[ora in Saggi sulla politica e sulla societ?, Meridiani Mondadori, Milano 1999]
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7 de enero de 1973. El ?tema? de las melenas *
La primera vez que vi melenudos fue en Praga. En el vest?bulo del hotel en donde me alojaba entraron dos j?venes extranjeros con melenas que les llegaban hasta los hombros. Atravesaron el vest?bulo, llegaron hasta un rinc?n algo apartado y se sentaron junto a una mesa. Permanecieron all? durante una media hora, observados por los clientes, entre los que estaba yo; luego se marcharon. Ni mientras pasaron a trav?s de la gente aglomerada en el vest?bulo, ni mientras estuvieron sentados en su rinc?n apartado, ninguno de los dos pronunci? palabra (quiz? -no lo recuerdo- murmuraron algo entre ellos; aunque, supongo, algo concretamente pr?ctico, inexpresivo).?
???? En realidad, en aquella especial situaci?n -que era del todo p?blica, o social, y, casi dir?a, oficial- no ten?an ninguna necesidad de hablar. Su silencio era rigurosamente funcional. Y sencillamente lo era porque la palabra era superflua. En realidad, ellos empleaban para comunicarse con los presentes, con los observadores -con sus hermanos de aquel momento- otro lenguaje del formado por las palabras.?
???? Lo que remplazaba al tradicional lenguaje verbal, haci?ndolo superfluo -y encontrando adem?s inmediata ubicaci?n en el amplio dominio de los ?signos?; es decir, en el ?mbito de la semiolog?a- era el lenguaje de sus melenas.?
???? Se trataba de un ?nico signo -precisamente el cabello largo que les llegaba a los hombros- en el que se hallaban concentrados todos los posibles signos de un lenguaje articulado. ?Cu?l era el sentido de su mensaje silencioso y exclusivamente f?sico??
???? Era ?ste: ?Somos dos melenudos. Pertenecemos a una nueva clase humana que est? apareciendo en el mundo en estos d?as, que tiene su centro en Am?rica y que es desconocida en provincias (como por ejemplo -y sobre todo- aqu? en Praga). Para vosotros somos, pues una aparici?n. Practicamos nuestro apostolado, plenos ya de un saber que nos colma y nos absorbe totalmente. No tenemos nada que a?adir oral y racionalmente a lo que f?sicamente y ontol?gicamente dice nuestro pelo. La sabidur?a que nos llena, en parte a trav?s de nuestro apostolado, tambi?n os llegar? un d?a a vosotros. De momento es una novedad, una gran novedad, que crea en el mundo, junto al esc?ndalo, una esperanza: que no ser? traicionada. Hacen bien los burgueses en mirarnos con odio y terror, porque la base en que se asienta la longitud de nuestro pelo les crea una total contestaci?n. Pero que no nos tomen por gente mal educada y salvaje: somos muy conscientes de nuestra responsabilidad. No los estamos mirando? vamos a lo nuestro. Hagan lo mismo y esperen los acontecimientos.??
???? Yo fui destinatario de esta comunicaci?n, y tambi?n pude descifrarla en seguida: aquel lenguaje carente de l?xico, de gram?tica y de sintaxis pod?a ser aprendido inmediatamente, y quiz? tambi?n porque, entre otras cosas, desde el aspecto semiol?gico, no era m?s que una forma de aquel ?“lenguaje de la presencia f?sica?” que los hombres han sabido emplear desde siempre.?
???? Comprend?, y sent? una inmediata antipat?a hacia los dos.?
???? Despu?s tuve que tragarme la antipat?a y defender a los melenudos de los ataques de la polic?a y de los fascistas: estuve naturalmente, por principio, de parte del Living Theatre, de los beats, etc., y el principio que me hac?a sentir de su parte era un principio rigurosamente democr?tico.?
???? Los melenudos se volvieron bastante numerosos ?—como los primeros cristianos?—, pero segu?an siendo misteriosamente silenciosos; sus cabellos largos eran su ?nico y verdadero lenguaje, y poco importaba a?adir otro cualquiera. Su habla coincid?a con su ser. La inefabilidad era la ars retorica de su protesta.?

???? ?Qu? dec?an, con su lenguaje inarticulado consistente en el signo monol?tico del cabello, los melenudos en 1966 y 1967??
???? Dec?an esto: ?La civilizaci?n de consumo nos da asco. Protestamos de forma radical. Creamos un anticuerpo a dicha civilizaci?n, a trav?s del rechazo. Parec?a que todo marchaba bien, ?eh? ?Nuestra generaci?n ten?a que ser una generaci?n de integrados? Pues esto es lo que pasa en realidad. Oponemos la locura a un destino de ?“ejecutivos?”. Creamos nuevos valores religiosos en la entrop?a burguesa, precisamente en el momento en que se est? volviendo perfectamente laica y hedonista. Lo hacemos con un clamor y una violencia revolucionaria (?la violencia de los no violentos!) porque nuestra cr?tica a nuestra sociedad es total e intransigente.??
???? Creo que si hubieran sido interrogados seg?n el sistema tradicional del lenguaje verbal no hubieran podido expresar de forma tan articulada el compromiso de sus melenas: aunque ven?a a ser eso lo que sustancialmente expresaban. En cuanto a m?, aunque ya desde entonces sospechaba que su ?sistema de signos? era producto de una subcultura de protesta que se opon?a a una subcultura de poder, y que su revoluci?n no marxista era sospechosa, continu? por un tiempo estando de su parte, asumi?ndolos al menos en el elemento an?rquico de mi ideolog?a.?
???? El lenguaje de aquellos cabellos, aunque inefablemente, expresaba ?cosas? de izquierda. Quiz? de la nueva izquierda, nacida dentro del universo burgu?s (en una dial?ctica creada a lo mejor artificialmente por aquella mente que regula, m?s all? de la conciencia de los poderes especiales e hist?ricos, el destino de la burgues?a).?
???? Lleg? 1968. Los melenudos fueron absorbidos por el movimiento estudiantil; ondearon las banderas rojas en las barricadas. Su lenguaje cada vez expresaba m?s ?cosas? de izquierda. (Che Guevara era melenudo, etc.)?
???? En 1969 -con la tragedia de Mil?n, la Mafia, los emisarios de los coroneles griegos, la complicidad de los ministros, la trama negra, los provocadores- los melenudos se hab?an difundido extraordinariamente; aunque a?n no fueran la mayor?a num?rica, lo eran sin embargo por el peso ideol?gico que hab?an adquirido. Entonces, los melenudos ya no eran silenciosos: no delegaban al sistema de signos de su cabello su completa capacidad comunicativa y expresiva. Al contrario, la presencia f?sica de las melenas se hab?a, en cierto modo, degradado a una funci?n distintiva. Hab?a vuelto la utilizaci?n tradicional del lenguaje verbal. Y no digo verbal casualmente. No, lo subrayo. Se ha hablado tanto de 1968 a 1970 que durante un tiempo podr? dejar de hacerse: se ha dado importancia a la palabrer?a, y el verbalismo ha sido la nueva ars retorica de la revoluci?n (gauchismo, ?enfermedad verbal del marxismo!).?
???? Aunque las melenas ?—reabsorbidas en la furia verbal?— ya no hablaran aut?nomamente a los destinatarios trastornados, a?n encontr? fuerzas para agudizar mis capacidades de descodificaci?n, y, en medio del barullo, intent? prestar atenci?n al discurso silencioso, evidentemente no interrumpido, de aquellas melenas cada vez m?s largas.?
???? ?Qu? dec?an ahora? Dec?an: ?S?, es verdad, decimos cosas de izquierdas; nuestro sentido ?—aunque puramente acompa?ante del sentido de los mensajes verbales?— es un sentido de izquierdas... Pero... Pero... ??
???? La comunicaci?n de las melenas se paraba ah?: ten?a que integrarlo yo solo. Con aquel ?pero? evidentemente quer?an decir dos cosas:?
???? 1) ?Nuestra inefabilidad se revela cada vez m?s de tipo irracional y pragm?tico: la preferencia que silenciosamente atribuimos a la acci?n es de car?cter subcultural, y por tanto esencialmente de derechas.??
???? 2) ? Nos han adoptado tambi?n los provocadores fascistas, que se mezclan con los revolucionarios verbales (el verbalismo puede llevar tambi?n a la acci?n, sobre todo cuando la mitifica): y constituimos una m?scara perfecta, no s?lo desde el punto de vista f?sico ?—nuestro desordenado fluir y ondear tiende a homologar todas las caras?— sino tambi?n desde el punto de vista cultural; en realidad una subcultura de derechas puede confundirse perfectamente con una subcultura de izquierdas.??

???? Por fin comprend? que el lenguaje de las melenas ya no expresaba ?cosas? de izquierdas, sino que expresaba algo equ?voco, derecha-izquierda, lo que hac?a posible la presencia de los provocadores.?
???? Hace unos diez a?os pensaba que entre nosotros, los de la generaci?n anterior, un provocador era casi inconcebible (a no ser que se tratara de un depurado actor): su subcultura se habr?a distinguido, incluso f?sicamente, de nuestra cultura. ?Lo habr?amos reconocido por los ojos, la nariz, y el pelo! En seguida lo habr?amos desenmascarado, e inmediatamente le habr?amos dado la lecci?n que se merec?a. Ahora ya no es posible, nadie podr?a distinguir, por la presencia f?sica, a un revolucionario de un provocador. Derecha e izquierda se han fundido f?sicamente.?
???? Llegamos a 1972.?
???? Estaba, en septiembre, en la peque?a ciudad de Isfahan, en el coraz?n de Persia. Pa?s subdesarrollado, como horrorosamente se dice, pero, como tambi?n horrorosamente se dice, en pleno despegue hacia el desarrollo.?
???? Sobre la Isfahan de hace unos diez a?os ?—una de las m?s bellas ciudades del mundo, si no la m?s bella?— ha nacido una nueva Isfahan, moderna y fe?sima. Pero por sus calles, en el trabajo, o de paseo, al atardecer, se ven muchachos como se ve?an en Italia hace unos diez a?os: hijos dignos y humildes, con hermosas nucas, bellas caras limpias bajo atrevidos mechones inocentes. Y, de repente, una noche, caminando por la calle principal, vi, entre todos aquellos chicos antiguos, bell?simos y llenos de la antigua dignidad humana, dos seres monstruosos: no eran precisamente melenudos, pero su cabello estaba cortado a la europea, largo por detr?s, corto en la frente, estoposo por los tirones, pegado artificialmente alrededor de la cara con dos escu?lidos mechones sobre las orejas.?
???? ?Qu? dec?a su pelo? Dec?a: ??Nosotros no pertenecemos al n?mero de estos muertos de hambre, de estos pobretones subdesarrollados, que se han quedado atr?s en la edad b?rbara! Nosotros somos empleados de banca, estudiantes, hijos de gente rica que trabaja en las sociedades petrol?feras; conocemos Europa, hemos le?do. ?Somos burgueses, y nuestro largo cabello testimonia nuestra modernidad internacional de privilegiados! ??
???? Aquellos pelos largos alud?an, pues, a ?cosas? de derechas.?
???? El ciclo se ha cumplido. La subcultura en el poder ha absorbido la subcultura de la oposici?n y se la ha apropiado: con diab?lica habilidad la ha convertido pacientemente en una moda, que, aunque no se pueda llamar precisamente fascista en el sentido cl?sico de la palabra, es sin embargo de una ?extrema derecha? real.?

???? Concluyo amargamente. Las m?scaras repugnantes que los j?venes se ponen en la cara, afe?ndose como viejas putas de una injusta iconograf?a, crean objetivamente en sus fisonom?as lo que ellos verbalmente han condenado para siempre. Han vuelto a salir las viejas caras de curas, de jueces, de oficiales, de falsos anarquistas, de empleados bufones, de leguleyos, mercenarios, de enredones, de gamberros conformistas. Es decir, la condena radical e indiscriminada que han pronunciado contra sus padres ?—que son la historia en evoluci?n y la cultura precedente?— levantando contra ellos una barrera infranqueable, ha acabado por aislarlos, impidi?ndoles una relaci?n dial?ctica con sus padres. Y s?lo a trav?s de dicha relaci?n dial?ctica ?—aunque dram?tica y extrema?— es como habr?an podido tomar verdadera conciencia hist?rica de s? mismos y seguir adelante, ?superar? a sus padres. Por el contrario, el aislamiento en el que se han encerrado ?—como en un mundo aparte, en un gueto reservado a la juventud?— los ha retenido en su insuprimible realidad hist?rica, lo que, fatalmente, ha implicado una regresi?n. En realidad, han vuelto m?s atr?s que sus padres, resucitando en su esp?ritu terrores y conformismos, y, en su aspecto f?sico, convencionalismos y miserias que parec?an haber sido superados para siempre.?
???? De modo que ahora el cabello largo expresa, en su inarticulado y obseso lenguaje de signos no verbales, en su gamberra iconograf?a, las ?cosas? de la televisi?n o de los ?anuncios? de los productos, donde ya resulta totalmente inconcebible un joven sin el pelo largo: hecho que, hoy, ser?a escandaloso para el poder.?
???? Siento un inmenso y sincero disgusto al decirlo (m?s bien una aut?ntica desesperaci?n), pero el hecho es que centenares y millares de caras de j?venes italianos se parecen cada vez m?s a Merl?n. Su libertad de llevar el pelo como quieran ya no es defendible porque ya no es libertad. Ha llegado el momento de decir a los j?venes que su forma de arreglarse es horrorosa, por ser servil y vulgar. Ha llegado el momento de que ellos mismos se den cuenta y se liberen de su ansia culpable de seguir las ?rdenes degradantes de la horda.?

* En el Corriere della sera bajo el titulo ?“Contra el pelo largo?”.?


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7 gennaio 1973. Il ?discorso? dei capelli *
La prima volta che ho visto i capelloni, ? stato a Praga. Nella hall dell?’albergo dove alloggiavo sono entrati due giovani stranieri, con i capelli lunghi fino alle spalle. Sono passati attraverso la hall, hanno raggiunto un angolo un po?’ appartato e si sono seduti a un tavolo. Sono rimasti l? seduti per una mezzoretta, osservati dai clienti, tra cui io; poi se ne sono andati. Sia passando attraverso la gente ammassata nella hall, sia stando seduti nel loro angolo appartato, i due non hanno detto parola (forse - bench? non lo ricordi - si sono bisbigliati qualcosa tra loro: ma, suppongo, qualcosa di strettamente pratico, inespressivo).?
???? Essi, infatti, in quella particolare situazione - che era del tutto pubblica, o sociale, e, starei per dire, ufficiale - non avevano affatto bisogno di parlare. Il loro silenzio era rigorosamente funzionale. E lo era semplicemente, perch? la parola era superflua. I due, infatti, usavano per comunicare con gli astanti, con gli osservatori - coi loro fratelli di quel momento - un altro linguaggio che quello formato da parole.?
???? Ci? che sostituiva il tradizionale linguaggio verbale, rendendolo superfluo - e trovando del resto immediata collocazione nell?’ampio dominio dei ?segni?, nell?’ambito ci? della semiologia - era il linguaggio dei loro capelli.?
???? Si trattava di un unico segno - appunto la lunghezza dei loro capelli cadenti sulle spalle - in cui erano concentrati tutti i possibili segni di un linguaggio articolato Qual era il senso del loro messaggio silenzioso ed esclusivamente fisico??
???? Era questo: ?Noi siamo due Capelloni. Apparteniamo a una nuova categoria umana che sta facendo la comparsa nel mondo in questi giorni, che ha il suo centro in America e che, in provincia (come per esempio anzi, soprattutto - qui a Praga) ? ignorata. Noi siamo dunque per voi una Apparizione. Esercitiamo il nostro apostolato, gi? pieni di un sapere che ci colma e ci esaurisce totalmente. Non abbiamo nulla da aggiungere oralmente e razionalmente a ci? che fisicamente e ontologicamente dicono i nostri capelli. Il sapere che ci riempie, anche per tramite del nostro apostolato, apparterr? un giorno anche a voi. Per ora ? una Novit?, una grande Novit?, che crea nel mondo, con lo scandalo, un?’attesa: la quale non verr? tradita. I borghesi fanno bene a guardarci con odio e terrore, perch? ci? in cui consiste la lunghezza dei nostri capelli li contesta in assoluto. Ma non ci prendano per della gente maleducata e selvaggia: noi siamo ben consapevoli della nostra responsabilit?. Noi non vi guardiamo, stiamo sulle nostre. Fate cos? anche voi, e attendete gli Eventi?.?
???? Io fui destinatario di questa comunicazione, e fui anche subito in grado di decifrarla: quel linguaggio privo di lessico, di grammatica e di sintassi, poteva essere appreso immediatamente, anche perch?, semiologicamente parlando, altro non era che una forma di quel ?linguaggio della presenza fisica? che da sempre gli uomini sono in grado di usare.?
???? Capii, e provai una immediata antipatia per quei due.?
???? Poi dovetti rimangiarmi l?’antipatia, e difendere i capelloni dagli attacchi della polizia e dei fascisti: fui naturalmente, per principio, dalla parte del Living Theatre, dei Beats ecc.: e il principio che mi faceva stare dalla loro parte era un principio rigorosamente democratico.?
???? I capelloni diventarono abbastanza numerosi - come i primi cristiani: ma continuavano a essere misteriosamente silenziosi; i loro capelli lunghi erano il loro solo e vero linguaggio, e poco importava aggiungervi altro. Il loro parlare coincideva col loro essere. L?’ineffabilit? era l?’ars retorica della loro protesta.?

???? Cosa dicevano, col linguaggio inarticolato consistente nel segno monolitico dei capelli, i capelloni nel ?‘66-67??
???? Dicevano questo: ?La civilt? consumistica ci ha nauseati. Noi protestiamo in modo radicale. Creiamo un anticorpo a tale civilt?, attraverso il rifiuto. Tutto pareva andare per il meglio, eh? La nostra generazione doveva essere una generazione di integrati? Ed ecco invece come si mettono in realt? le cose. Noi opponiamo la follia a un destino di executives. Creiamo nuovi valori religiosi nell?’entropia borghese, proprio nel momento in cui stava diventando perfettamente laica ed edonistica. Lo facciamo con un clamore e una violenza rivoluzionaria (violenza di non-violenti!) perch? la nostra critica verso la nostra societ? ? totale e intransigente?.?
???? Non credo che, se interrogati secondo il sistema tradizionale del linguaggio verbale, essi sarebbero stati in grado di esprimere in modo cosi articolato l?’assunto dei loro capelli: fatto sta che era questo che essi in sostanza esprimevano. Quanto a me, bench? sospettassi fin da allora che il loro ?sistema di segni? fosse prodotto di una sottocultura di protesta che si opponeva a una sottocultura di potere, e che la loro rivoluzione non marxista fosse sospetta, continuai per un pezzo a essere dalla loro parte, assumendoli almeno nell?’elemento anarchico della mia ideologia.?
???? Il linguaggio di quei capelli, anche se ineffabilmente, esprimeva ?cose? di Sinistra. Magari della Nuova Sinistra, nata dentro l?’universo borghese (in una dialettica creata forse artificialmente da quella Mente che regola, al di fuori della coscienza dei Poteri particolari e storici, il destino della Borghesia).?
???? Venne il 1968. I capelloni furono assorbiti dal Movimento Studentesco; sventolarono con le bandiere rosse sulle barricate. Il loro linguaggio esprimeva sempre pi? ?cose? di Sinistra. (Che Guevara era capellone ecc.)?
???? Nel 1969 - con la strage di Milano, la Mafia, gli emissari dei colonnelli greci, la complicit? dei Ministri, la trama nera, i provocatori - i capelloni si erano enormemente diffusi: bench? non fossero ancora numericamente la maggioranza, lo erano per? per il peso ideologico che essi avevano assunto. Ora i capelloni non erano pi? silenziosi: non delegavano al sistema segnico dei loro capelli la loro intera capacit? comunicativa ed espressiva. Al contrario, la presenza fisica dei capelli era, in certo modo, declassata a funzione distintiva. Era tornato in funzione l?’uso tradizionale del linguaggio verbale. E non dico verbale per puro caso. Anzi, lo sottolineo. Si ? parlato tanto dal ?‘68 al ?‘70, tanto, che per un pezzo se ne potr? fare a meno: si ? dato fondo alla verbalit?, e il verbalismo ? stata la nuova ars retorica della rivoluzione (gauchismo, malattia verbale del marxismo!).?
???? Bench? i capelli - riassorbiti nella furia verbale - non parlassero pi? autonomamente ai destinatari frastornati, io trovai tuttavia la forza di acuire le mie capacit? decodificatrici, e, nel fracasso, cercai di prestare ascolto al discorso silenzioso, evidentemente non interrotto, di quei capelli sempre pi? lunghi.?
???? Cosa dicevano, essi, ora? Dicevano: ?S?, ? vero, diciamo cose di Sinistra; il nostro senso - bench? puramente fiancheggiatore del senso dei messaggi verbali - ? un senso di Sinistra... Ma... Ma...?.?
???? II discorso dei capelli lunghi si fermava qui: lo dovevo integrare da solo. Con quel ?ma? essi volevano evidentemente dire due cose: 1) ?La nostra ineffabilit? si rivela sempre pi? di tipo irrazionalistico e pragmatico: la preaminenza che noi silenziosamente attribuiamo all?’azione ? di carattere sottoculturale, e quindi sostanzialmente di destra? 2) ?Noi siamo stati adottati anche dai provocatori fascisti, che si mescolano ai rivoluzionari verbali (Il verbalismo pu? portare per? anche all?’azione, soprattutto quando la mitizza): e costituiamo una maschera perfetta, non solo dal punto di vista fisico - il nostro disordinato fluire e ondeggiare tende a omologare tutte le facce - ma anche dal punto di vista culturale: infatti una sottocultura di Destra pu? benissimo essere confusa con una sottocultura di Sinistra?.?

???? Insomma capii che il linguaggio dei capelli lunghi non esprimeva pi? ?cose? di Sinistra, ma esprimeva qualcosa di equivoco, Destra-Sinistra, che rendeva possibile la presenza dei provocatori.?
???? Una diecina d?’anni fa, pensavo, tra noi della generazione precedente, un provocatore era quasi inconcepibile (se non a patto che fosse un grandissimo attore): infatti la sua sottocultura si sarebbe distinta, anche fisicamente, dalla nostra cultura. L?’avremmo conosciuto dagli occhi, dal naso, dai capelli! L?’avremmo subito smascherato, e gli avremmo dato subito la lezione che meritava. Ora questo non ? pi? possibile. Nessuno mai al mondo potrebbe distinguere dalla presenza fisica un rivoluzionario da un provocatore. Destra e Sinistra si sono fisicamente fuse.?
???? Siamo arrivati al 1972.?
???? Ero, questo settembre, nella cittadina di Isfahan, nel cuore della Persia. Paese sottosviluppato, come orrendamente si dice, ma, come altrettanto orrendamente si dice, in p?eno decollo.?
???? Sull?’Isfahan di una diecina di anni fa - una delle pi? belle citt? del mondo, se non chiss?, la pi? bella - ? nata una Isfahan nuova, moderna e bruttissima. Ma per le sue strade, al lavoro, o a passeggio, verso sera, si vedono i ragazzi che si vedevano in Italia una diecina di anni fa: figli dignitosi e umili, con le loro belle nuche, le loro belle facce limpide sotto i fieri ciuffi innocenti. Ed ecco che una sera, camminando per la strada principale, vidi, tra tutti quei ragazzi antichi, bellissimi e pieni dell?’antica dignit? umana, due esseri mostruosi: non erano proprio dei capelloni, ma i loro capelli erano tagliati all?’europea, lunghi di dietro, corti sulla fronte, resi stopposi dal tiraggio, appiccicati artificialmente intorno al viso con due laidi ciuffetti sopra le orecchie.?
???? Che cosa dicevano questi loro capelli? Dicevano: ?Noi non apparteniarno al numero di questi morti di fame, di questi poveracci sottosviluppati, rimasti indietro alle et? barbariche Noi siamo impiegati di banca, studenti, figli di gente arricchita che lavora nelle societ? petrolifere; conosciamo l?’Europa, abbiamo letto. Noi siamo dei borghesi: ed ecco qui i nostri capelli lunghi che testimoniano la nostra modernit? internazionale di pri. vilegiati ?.?
???? Quei capelli lunghi alludevano dunque a ?cose? di Destra.?
???? Il ciclo si ? compiuto. La sottocultura al potere ha assorbito la sottocultura all?’opposizione e l?’ha fatta propria: con diabolica abilit? ne ha fatto pazientemente una moda, che, se non si pu proprio dire fascista nel senso classico della parola, ? per? di una ?estrema destra? reale.?

???? Concludo amaramente. Le maschere ripugnanti che i giovani si mettono sulla faccia, rendendosi laidi come le vecchie puttane di una ingiusta iconografia, ricreano oggettivamente sulle loro fisionomie ci? che essi solo verbalmente hanno condannato per sempre. Sono saltate fuori le vecchie facce da preti, da giudici, da ufficiali, da anarchici fasulli, da impiegati buffoni, da Azzeccagarbugli, da Don Ferrante, da mercenani, da imbroglioni, da benpensanti teppisti. Cio? la condanna radicale e indiscriminata che essi hanno pronunciato contro i loro padri - che sono la storia in evoluzione e la cultura precedente - alzando contro di essi una barriera insormontabile, ha finito con l?’isolarli, impedendo loro, coi loro padri, un rapporto dialettico. Ora, solo attraverso tale rapporto dialettico - sia pur drammatico ed estremizzato - essi avrebbero potuto avere reale coscienza storica di s?, e andare avanti, ?superare? i padri. Invece l?’isolamento in cui si sono chiusi - come in un mondo a parte, in un ghetto riservato alla giovent? - li ha tenuti fermi alla loro insopprimibile realt? storica: e ci? ha implicato - fatalmente - un regresso. Essi sono in realt? andati pi? indietro dei loro padri, risuscitando nella loro anima terrori e conformismi, e, nel loro aspetto fisico, convenzionalit? e miserie che parevano superate per sempre.?
???? Ora cos? i capelli lunghi dicono, nel loro inarticolato e ossesso linguaggio di segni non verbali, nella loro teppistica iconicit?, le ?cose? della televisione o delle r?clames dei prodotti, dove ? ormai assolutamente inconcepibile prevedere un giovane che non abbia i capelli lunghi: fatto che, oggi, sarebbe scandaloso per il potere.?
???? Provo un immenso e sincero dispiacere nel dirlo (anzi, una vera e propria disperazione): ma ormai migliaia e centinaia di migliaia di facce di giovani italiani, assomigliano sempre pi? alla faccia di Merlino. La loro libert? di portare i capelli come vogliono, non ? pi? difendibile, perch? non ? pi? libert?. ? giunto il momento, piuttosto, di dire ai giovani che il loro modo di acconciarsi ? orribile, perch? servile e volgare. Anzi, ? giunto il momento che essi stessi se ne accorgano, e si liberino da questa loro ansia colpevole di attenersi all?’ordine degradante dell?’orda.?

* Nel ?“Corriere della Sera?” col titolo ?“Contro i capelli lunghi?”.

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Pier Paolo Pasolini. Palabra de corsario - Madrid 2005

Madrid 2005: Exposici?n - Ensayos: Indice - Pagine corsare: Sumario